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jueves, 23 de febrero de 2012

El Origen de la Publicidad


A la publicidad, haciendo un repaso histórico (Siglo II A.C.), la encontramos desde la pre – historia. En Grecia, en Roma, en el antiguo Egipto; la conocieron los asirios, los persas, los hebreos y los fenicios ya que todas sus operaciones comerciales se valían de un sistema de avisos o llamadas. Si profundizamos algo más, encontraremos restos de publicidad mural rudimentaria en Grecia, donde el pregonero fue la forma más característica y extendida para luego pasar al anuncio colgante o enseña, en ese momento, la publicidad exterior empezaba a tomar forma.

Roma dominaba las importaciones alimenticias, el vino, el aceite, el ganado, la cidra y las tan necesarias materias primas como el cobre, la plata, el plomo y la madera, entre otros productos que llegaban desde Chipre, España, Grecia, Siria, Asia o Gibraltar; y con esa oferta de productos, su publicidad exhibicionista se especializa. Utilizaban la publicidad para darse a conocer entre sus adversarios políticos de lo que existen numerosos documentos encontrados en las ruinas romanas.

En China, las ferias, los mercados y las exhibiciones de productos se realizaban en las principales ciudades utilizando carteles en forma de banderolas, pregones y enseñas descriptivas de sus productos proporcionándoles un ambiente festivo.

Poco a poco van revolucionando la forma de “vender”, desde los buhoneros que se dedicaban al comercio de especias, de telas, marfiles y otros. Posteriormente la imprenta es adoptada por una gran cantidad de países, separando así, el mundo moderno del antiguo, nace la prensa en una diversidad de países de Europa dando a conocer las diversas novedades que ocurrían en el mundo, encontrándose en ellos, por primera vez, anuncios comerciales, en ese sentido, los primeros anuncios publicitarios en América del Sur se imprimen en Argentina[1], la primera agencia que se sabe actuó de forma profesional, se estableció en Paris – Francia seguida de Inglaterra, España y luego al resto del mundo.

En el siglo XIX (1,817) se inicia un extenso proceso tecnológico y científico con el descubrimiento de un metaloide[2] al que se denominó selenio por el químico sueco Jacob Berzelius. Posteriormente, en 1,873 se demostraría que este metaloide, al recibir luz proyectada, provocaba una reacción que aumentaba su conductividad eléctrica. Estos y otros importantes descubrimientos realizados hasta la primera década del Siglo XX motivaron la aparición de dos vías de investigación en el análisis de las imágenes: a) exploración mecánica por un haz luminoso, derivado del disco giratorio de Nipkow[3] y b) exploración por un haz de electrones derivado de los descubrimientos de Rosling.[4]

La primera vía fue explorada por el escoses John Logie Baird quien fabricó un disco de Nipkow perfeccionado logrando transmitir la imagen de un muñeco a una distancia de dos metros, considerándosela como la primera transmisión televisiva y por ende, a Logie Baird, como el padre de la televisión.

Los inicios de la televisión, como medio masivo se remontan aproximadamente hacia el año 1923 cuando se lanza el primer modelo de televisión cuyo auge llega entre los años 1948 y 1960 en Estados Unidos de Norteamérica y Gran Bretaña. Con el pasar de los años y en un lapso de diez años (1948-1958) el número de receptores ascendió de tres a setenta y seis millones, es decir más de veinticinco veces, tomando en cuenta que más de la mitad se encontraban en Norteamérica. A finales de la década de los años cincuenta era uno de los hechos más importantes y significativos de la vida moderna, siendo actualmente, el medio masivo dominante.






[1] JAIME J. PUIG, La Publicidad, Historia y Técnicas, Editorial Mitre , Primera Edición, Argentina 1986
[2] Junto con los Metales y los No metales, los metaloides (o semi metales) comprenden una de las tres categorías de elementos químicos siguiendo una clasificación de acuerdo con las propiedades de enlace e ionización. Sus propiedades son intermedias entre los metales y los no metales. No hay una forma unívoca de distinguir los metaloides de los metales verdaderos, pero generalmente se diferencian en que los metaloides son semiconductores antes que conductores. FUENTE: Wikipedia.com

[3] Paul Von Nipkow, científico alemán que en 1,884 ideó un disco giratorio de treinta agujeros dispuestos en espiral y que dirigiendo un haz luminoso línea por línea a una persona u objeto, transformaba las luces de la reflexión, por medio de una foto célula, en impulsos eléctricos fuertes o suaves en función a la intensidad de la luz reflejada.
[4] Boris Rosling, constructor del primer tubo catódico (1,907).


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