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lunes, 2 de mayo de 2011

¿Y donde está la Cruz Roja Peruana?



Érase una vez una organización de ayuda humanitaria de mas de 128 años de vida institucional, de cobertura nacional, cuya misión era ayudar a prevenir, aliviar y mitigar el sufrimiento humano de las personas más vulnerables en todas las circunstancias, con una red de 51 filiales a nivel nacional, que concentraba aproximadamente a 3,000 voluntarios y cerca de 50,000 brigadistas juveniles gracias al trabajo realizado durante años por la Direccion Nacional de Juventud. Ante los terribles y lamentables sucesos ocurridos a las 6:41 p.m., del pasado miércoles 15 de agosto, nos preguntamos ¿Y donde está la Cruz Roja Peruana?

Parafraseando a una de las películas cómicas mas recordadas de la década de los 80 y aunque, por supuesto, esta situación no tiene para nada un lado cómico, hacemos un paralelo para expresar lo que actualmente se vive en su interior. Desgraciadamente, esta catástrofe la encuentra sumida -quizá- en uno de los peores momentos de su historia en cuanto a su participación e intervención en los desastres más dolorosos de la memoria colectiva de nuestro país.

Para muestra un botón: primer acto, diario el Comercio, domingo 19 de agosto, una de las tantas noticias que como público hemos recibido desde hace algunos días: …”Llegan a nuestro país voluntarios de la Cruz Roja Ecuatoriana, especialistas en trabajo de búsqueda y rescate”, insólito, no hay nadie para recibirlos. Similar situación ocurre con voluntarios de otras Sociedades Nacionales hermanas de América del Sur pero a pesar de ello siguen con la misma voluntad de ayuda que caracteriza a todo aquel que vive la filosofía Cruz Roja; una vez mas ¿Y donde está la Cruz Roja Peruana?

Institución privada de servicio público, auxiliar de los poderes del Estado en el ámbito humanitario, que de la mano con el Ministerio de Salud, entre otros organismos públicos, tienen una larga trayectoria en cuanto a atención y liderazgo en este tipo de circunstancias. Han pasado ya cuatro días desde el terremoto del pasado miércoles y a pesar de todo lo que podemos haber leído, visto y oído, simplemente no encontramos ni remotamente la conducción y experiencia, desde su Sede Nacional, de una institución acostumbrada ya a este tipo de sucesos, con una comprobada capacidad de convocatoria y de respuesta inmediata pero sobre todo, con una capacidad de organización y liderazgo que hasta ahora no hemos podido lamentablemente, a pesar de las loables y buenas intenciones generales, identificar.

Segundo acto: visita de misión de la hermana Republica de Colombia encabezada por su Presidente Alvaro Uribe, por su parte, una gruesa delegación conformada entre otros por un conocido de Cruz Roja, ¿quien era? Walter Kothe (perdón si es que su apellido no se escribe así pero en este momento resulta ser lo de menos), por parte de los anfitriones, el Presidente de la Republica, Dr. Alan García Pérez y con el un equipo conformado por Ministros de Estado, autoridades, Defensa Civil y la pregunta una vez mas ¿Y donde está la Cruz Roja Peruana?

Será acaso que nuestra querida Cruz Roja Peruana no ha tomado conciencia del papel que le toca jugar en este tipo de situaciones. Vamos a pensar por un momento que la “estrategia” planteada, dada la actual situación jurídica que vive, mas bien elimina cualquier tipo de figuración o aparición personal y la transforma pues en una sinergia de esfuerzos tendientes a participar y dar la ayuda y el apoyo que como, miembros del SINADECI, les corresponde.

De ser así, ¿Porque es que hasta ahora no hemos visto en ninguna parte a nuestros voluntarios trabajando?, ¿Por qué, incluso en la misma ciudad de Ica donde tenemos una filial provincial no hemos podido siquiera detectar la presencia de ninguno de nuestros “pitufos”?, por el contrario, Bomberos y Defensa Civil y otras organizaciones voluntarias y no gubernamentales se encuentran trabajando de manera conjunta a favor de los mas vulnerables, de aquellos que simplemente lo perdieron todo, de aquellos que esperan, hasta este momento, que la ayuda, cualquiera que sea, llegue a sus manos.

Mientras tanto seguiremos viendo los intentos desesperados de muchas instituciones publicas y privadas por intentar organizar sus operativos de ayuda, como una gran torre de babel en la que la comunicación y la coordinación parecen simplemente no existir y que por momentos da la impresión de perder el “hilo conductor”; con la conocida desconfianza de la sociedad civil de entregar su ayuda a travès de organizaciones que simplemente no les generan confianza y que prefieren, aunque fomentando mas el caos y el desorden, ser ellos mismos los responsables de la recolección, acopio y en muchos casos, del traslado y la entrega, generando, como ya es sabido, el caos en la también gravemente afectada carretera Panamericana Sur.

Como un acto instintivo nos pusimos inmediatamente en contacto, llamadas, correos electrónicos, mensajes de texto: ¿Qué hacemos? ¿Qué sabes de la Cruz Roja? ¿Están organizando algo? ¿Se han comunicado con alguien? Una vez mas la pregunta; ni incómoda, ni inoportuna, pero si generando una sensación extraña al no saber que responder, una vez mas en nuestras mentes y corazones nos preguntamos ¿Y donde está la Cruz Roja Peruana?

Hemos visto incluso estos días, a los propias instituciones del estado organizando sus propias campañas, a los canales de televisión, a las radios y en general a los medios de comunicación, tanto a nivel de Lima como de provincias, a los bancos, a las cadenas de supermercados, de comida rápida, a las compañías mineras, las embotelladoras, las comercializadoras de alimentos, etc., etc., etc., Mientras tanto, nosotros, impotentes ante esta situación nos seguiremos preguntando ¿Y donde está la Cruz Roja Peruana?

A pesar de todo esto y por intermedio de muchos amigos sabemos que algunas filiales, dentro de sus actuales posibilidades, están organizando algunas actividades orientadas a dar apoyo en esta difícil situación que ha dejado como lamentable saldo más de 500 muertos y miles de personas damnificadas. En los próximos días seguiremos siendo bombardeados de información referente a cifras, datos, estadísticas, números, etc., y de la misma forma esperamos dentro de tanta tragedia saber que nuestra querida Cruz Roja Peruana -mas vale tarde que nunca- ha iniciado un proceso de trabajo debidamente planificado, ordenado emanado desde su Sede Central y en coordinación con sus propias filiales en la zona y de la mano con todo el aparato estatal, con el apoyo de la empresa privada y de la sociedad civil, dejando de lado nuestras diferencias, los malentendidos, las envidias, anteponiendo los intereses nacionales por encima de los intereses personales o de grupo e identificando claramente a los lideres que de una u otra manera nos han conducido en el pasado –acertadamente- y durante otros eventos similares, al éxito que finalmente se traduce en que la ayuda de emergencia en primer lugar y la ayuda humanitaria luego lleguen a quienes mas lo necesitan. Así -ojalà- dejemos de preguntarnos ¿Y donde está la Cruz Roja Peruana? y vislumbremos pues una luz al final del camino y lo convirtamos en el esfuerzo de todos para recuperar su capacidad operativa, su legítima organización e institucionalidad, sea cual fuere, y por encima de todo, su presencia y posicionamiento de mas de un siglo trabajando, a nivel nacional, con la comunidad, en la comunidad y desde la comunidad.



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