Nací en la Clínica Hogar de la Madre, de manera que, según lo indica mi partida, soy miraflorina. Nunca viví en Miraflores y luego de pasar por varios lugares de residencia, mi mamá compró un departamento en Jesús María en el que hasta hoy vivimos. Llegamos en las vacaciones de 1978, antes de cumplir los ocho años y de empezar en un nuevo colegio.
Mis recuerdos de niña son por supuesto los mejores, aquí conocí a la gran mayoría de mis amigos y amigas, aquí crecí, aquí me divertí de lo lindo montando bici o patinando en “la unidad” o en “la Resi”. Eventualmente íbamos al Campo de Marte que por esos tiempos estaba muy descuidado, sucio y lleno de ratas, las áreas verdes eran prácticamente inexistentes, había muchos terrales gracias a los cuales, aprendí a montar bici sin manos en la Monark de paseo de mi sobrina Loana. Allí jugábamos baseball y fútbol porque si, fui una gran jugadora de ambos deportes.
Con el pasar de los años empecé a apreciar otros detalles del distrito que, mientras crecía eran irrelevantes porque simplemente no pensaba en ellos como el mantenimiento áreas verdes, la limpieza, la seguridad, la iluminación, el mantenimiento de pistas y veredas entre otros muchos detalles que, desde hace unos años, me parecen no solo importantes sino imprescindibles para poder vivir bien en un entorno seguro, saludable y adecuado, ese en el que todos esperamos poder vivir, no solo porque pagamos nuestros impuestos municipales sino porque es lo que toda persona quiere para sí misma y sus familias y para eso, tratamos de elegir a las autoridades correctas, a aquellas que como nosotros, tengan deseos de vivir de la misma forma.
Con el pasar de los años, el distrito tuvo distintos alcaldes. De los que yo recuerdo y en ese orden: David Valenza Quiroga, Francisca “Paquita” Izquierdo Negrón, Carlos Alberto Bringas Claeyssen y finalmente, el actual alcalde de Jesús María, Enrique Occrospoma Pella. Puedo recordar con total claridad que el primero en mención, aparte de cobrar de forma desesperada los arbitrios, nada hizo por la mejora del distrito. Puedo recordar también que a “Paquita” le debemos la recuperación del Campo de Marte en su condición de pulmón del distrito y de la ciudad para lo cual, entre otras cosas, tuvieron que enrejarlo y es que toda la gente no es tan civilizada pues.
Esta recuperación se sumó al retiro de los ambulantes que habían invadido la vía pública en las inmediaciones del mercado del distrito promoviendo su formalización, además de eso, el sembrado de árboles, la incorporación de áreas verdes, la mejora de pistas y veredas entre otras acciones que recuerdo. El trabajo lo continuó Carlos Bringas que trabajó en estos temas así como en asuntos de seguridad, iluminación, etc. Por supuesto, el distrito no era perfecto, no creo que alguno lo sea, ni siquiera San Isidro, La Molina u otros con mayores recursos que les permiten brindar mejores servicios a sus residentes pero en líneas generales la cosa andaba más o menos bien.
En los últimos años hemos retrocedido como el cangrejo. El Campo de Marte va camino a convertirse en un muladar, con jardines secos, descuidados y llenos de basura. Por alguna razón que nadie entiende el alcalde decidió retirar el enrejado perimétrico que lo mantenía en condiciones óptimas y no solo lo hizo con el Campo de Marte sino con todos los parques relevantes del distrito. Quizá el aspire a que la cultura de los habitantes del distritos y de los que transitan en él alcance niveles de otros distritos mas organizados pero lamentablemente esa no es la realidad. El Campo de Marte es lugar de reunión no de los residentes, que cada mañana salen a hacer deporte o a pasear a sus mascotas sino de personas de otros distritos aledaños que le dan otros usos y que poco o nada les importa el distrito ajeno o el ornato o la limpieza o el mantenimiento de áreas verdes.
Una de las cosas más curiosas es que en el Campo de Marte hay tres efectivos de Serenazgo, el primero, en moto, supuestamente pasea las inmediaciones del parque pero si lo buscan es probablemente que lo encuentren conversando con sus amigos en la zona de juegos infantiles. Los otros dos están parados como estatuas en el monumento a los caídos que se ubica en la zona central del parque y protegen “el monumento” y el jardín perimetral. Tengo idea que el alcalde teme que se puedan robar un monumento de varias toneladas de concreto y cemento.
No existe ningún tipo de ordenanza municipal clara o de difusión pública y que sobre todo se haga cumplir en temas de tenencia de mascotas peligrosa, léase colocarles bozal y sacarlas con correa al sacarlas a pasear y sobre el recojo de los desechos que estas producen. Si alguna vez paseaste, manejas bicicleta, patinas o sales a correr tendrás que ir siempre mirando hacia abajo, esquivando los regalos que están por doquier. La gente hace lo que quiere porque no hay quien ponga orden.
Otro problema es el control de los recicladores quienes noche a noche convierten el distrito en un muladar, rompiendo las bolsas de basura en busca de materiales reciclables. A ellos poco les interesa dejar todo regado y hecho un verdadero basurero. Ni que decir respecto a la tranquilidad pública. Es fácil llamar al Serenazgo lo difícil es que llegue a tiempo y si llega, que intervenga. Se limitan a observar y no mueven un dedo para hacer respetar los derechos de los vecinos que lo único que quieren es vivir en paz y que su derecho a la tranquilidad de respete.
La iluminación de la vía pública es prácticamente inexistente y gracias a ella, grupos de muchachos de otros distritos como Breña e incluso Jesús María pueden fumar marihuana, hacer escándalo y consumir bebidas alcohólicas en la vía pública, generar peleas con otros grupos de muchachos o, en el colmo de la idiotez, pasar con un encendedor tratando de ver que podrían incendiar con él. Mientras tanto el Serenazgo brilla por su ausencia y cuando está no hace nada.
Hablar del cuidado de áreas verdes es como hablar por gusto. Los camiones de riego municipal, cuando pasan, lo hacen cada diez días. Se imaginarán que en tiempos en verano es fatal para los pocos jardines que subsisten y que ahora están quemados o secos. No voy a hablar de la calidad del agua color chocolate con las que se “riegan los jardines”, para que, no quiero quitarles las ganas de comer por los próximos meses. Aquí las cosas andan patas para arriba, a muchos nos indigna pero a nuestras autoridades no les interesa ni nuestra indignación ni nada.
Yo no nací en Jesús María pero vivo aquí hace casi 34 años y quiero al distrito en el que he vivido casi toda mi vida. Quisiera que sus autoridades le dieran importancia a la opinión de los vecinos, quisiera que aceptaran las críticas constructivas y las sugerencias, me gustaría que todos pudiéramos opinar sin necesidad de ser admitidos previamente en su página de facebook o que respondieran las menciones en twitter.
Quisiera tener un alcalde que sea de aquí, que haya nacido aquí o vivido toda su vida aquí, de lo contrario ¿cómo le importaría? ¿Por qué le dolería ver al distrito convertirse en cualquier cosa menos en modelo? Quisiera que la opinión del vecino importara, valiera, pesara y fuera tomada en cuenta, no para aprobar presupuestos participativos de los que solo saben sus allegados o para favorecer a sus argollas sino para que todos juntos trabajemos por un mejor lugar para vivir.
Deberian haber mas vecinos como ud. en todos los distritos y exigir a las autoridades que trabajesn como debe ser para eso han sido elegidos para trabajar y no para robar buena suerte vecina Sandra.
ResponderEliminarCreo que el lugar donde vivimos es también una extensión de nuestros propios hogares y por ello, deberíamos estar mucho mas comprometidos con lo que pasa a nuestro alrededor. Muchas gracias por su comentario vecin@
ResponderEliminarSandra has dado en el clavo, efectivamente el distrito está para atrás, hay entrega a privados de los espacios públicos, soy jesusmariana como tú, viví en pumacahua de niña y joven y hoy en EEUU esp clínica San Felipe, con Carlos Bringas los índices de victimización se redujeron en 85% y no es floro son cifras oficiles de la PNP, y estuvimos en tercer lugar según el PNUD, nuestro vivero hoy no existe a cambio es un negocio privado el minimundo y hay tanto que aburriría....pero lo cierto es que solo hay negociado
ResponderEliminaryo la verdad es que me sorprendo cuando veo a "vecinos" que dicen estar felices y más que conformes con los avances del distrito. Yo en verdad y de corazón quisiera que alguien me explique cuales son esos avances. La semana entrante publicaré un nuevo post que será la segunda parte de este. Recibimos en casa hace unos días la "Memoria Anual 2012" y este fin de semana la voy a revisar detenidamente para poder comentar sobre el tema. Gracias por participar.
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